viernes, 2 de octubre de 2009

El Desfile





Ser espectadora de tu propio desfile es algo emocionante, tu nombre en el panel, las modelos saliendo con tus creaciones, es el momento en que culmina todo el trabajo previo por el cual te esmeraste durante un buen tiempo (no dormir, cumplir con los horarios de trabajo y los propios del evento, tener que "comprar" los zapatos (con calces diferentes al tuyo) y accesorios que tal vez jamás usarás y miles de peripecias más que ni las recuerdo), para mi todo eso no tiene precio.
Estos pequeños diseños, me abrieron las puertas a un mundo en donde puedo decir que disfruto con el trabajo que realizo, una puerta que ha llevado a que pueda enseñar, lo poco que aprendí a otras personas, y a ver cómo va evolucionando la moda paraguaya en tan poco tiempo.

Tímidos Inicios en el AFW 2003








Cuando la moda paraguaya empezaba a ganar espacios importantes, se empezaron a crear eventos periódicos para promoverla, decidí inscribirme en un concurso para nuevos talentos del diseño, apenas siendo estudiante de la carrera Diseño Textil y de Indumentaria.


El Asunción Fashion Week 2003 en su primera edición fue para mi una pequeña puertita al mundo que me esperaba y al que quería ingresar tímidamente, no con la intención de pisar fuerte, sino de probar que tan convencida estaba de mi gusto por la moda y la profesión que había elegido.


En ese entonces, la selección de los participantes no era tan estricta, y conste que estoy hablando de 6 años atrás, no había que justificar las fuentes de inspiración, colecciones, tendencias, etc. sino que elegir tus tejidos y empezar a crear.


Estos fueron los figurines, que fueron expuestos en el panel de exposiciones de la firma Tejidos Pilar S.A. y que para mí fueron como la llave mágica que abrieron las puertas al inicio de un gran sueño.