Ser espectadora de tu propio desfile es algo emocionante, tu nombre en el panel, las modelos saliendo con tus creaciones, es el momento en que culmina todo el trabajo previo por el cual te esmeraste durante un buen tiempo (no dormir, cumplir con los horarios de trabajo y los propios del evento, tener que "comprar" los zapatos (con calces diferentes al tuyo) y accesorios que tal vez jamás usarás y miles de peripecias más que ni las recuerdo), para mi todo eso no tiene precio.
Estos pequeños diseños, me abrieron las puertas a un mundo en donde puedo decir que disfruto con el trabajo que realizo, una puerta que ha llevado a que pueda enseñar, lo poco que aprendí a otras personas, y a ver cómo va evolucionando la moda paraguaya en tan poco tiempo.